26.12.10

EPPUR SI MUOVE

Suele adjudicarse a Galileo Galilei la autoría de una frase que pronunció ante el tribunal de Santa Inquisición que le juzgó. Su delito consistía en haber defendido la teoría heliocéntrica frente a la concepción ptolemaica del Universo. El heliocentrismo se antojaba tan trasgresor en la época que el cardenal Bellarmino le condenó a no divulgar su teoría, tan contraria a las verdades de la fe como a las de la ciencia entonces vigentes. Poco más tarde, en 1616, a Galileo le caería una interdicción por parte de la Iglesia a modo de condena rotunda. Pese a todo, el convencimiento del científico era tan sólido que perseveró en sus ideas hasta que, en abril de 1633 se le abrió un nuevo proceso, esta vez por desobediencia. En aquella ocasión, sus enemigos se salieron con la suya por encima de los apoyos que siempre asistieron al sagaz Galileo. Se le condenó a cadena perpetua. Sólo tras su abjuración consigó suavizar la pena minimizándola en mero arresto domiciliario. Era ya un hombre lo suficientemente mayor como para valorar las bondades de la flexibilidad y vivir su última década de vida sin mayores calentamientos de cabeza. La anécdota según la cual Galileo pronunció la famosa frase "Eppur si muove" ("Y sin embargo se mueve") en alusión al movimiento de la Tierra en torno al Sol resulta inverosímil. Pero cobró carta de naturaleza en el pensamiento defensor de la razón y la ciencia, floreciendo en las aristas más anticlericales de la Ilustración.

Más allá de haberse convertido en una frase anatema contra todo lo que huela a caverna, lo cierto es que la célebre expresión invita a la adopción de una postura parsimoniosa, contemplativa y dulcemente escéptica ante muchos acontecimientos de la reciente actualidad cuya probable estulticia no haga otra cosa que crecer con la perspectiva que concede el tiempo. Me atrevería a decir que es una actitud defensiva ante el enorme despliegue de instrumentos de censura y autocensura que se han apoderado del espacio público, sobre todo en los últimos seis años. Los autores de comentarios críticos han merecido calificaciones tan pintorescas como "crispador", "agorero" o "cenizo" para convertirse, de inmediato, en un "cavernícola", un "franquista" o el siempre socorrido epíteto de "fascista". El sentimiento de ostracismo ha sido verdaderamente agobiante y, todavía hoy, en lo que parecen ser los estertores de un régimen, sigue ejercitando la asfixia. Incluso se padece una fría inquietud que nos hace mirar alrededor cuando hasta los próximos nos advierten de nuestras presuntas injusticias críticas contra los lejanos. Y los que nos quieren nos señalan el camino de la moderación en el método, incluso compartiendo los mismos diagnósticos que desembocan en semejantes conclusiones.

Ante los tribunales omnipresentes que fiscalizan las lenguas heterodoxas, la prudencia aconseja acompañar la pública abjuración con la confesión privada en los célebres términos: "Eppur si muove".

¿Que subir y bajar los impuestos, a la vez y simultáneamente, es "socialista" tal como han propagado a los cuatro vientos los próceres del sistema? Eppur si mouve.

¿Que no había crisis y que el que dijese que la había era "antipatriota"? Eppur si muove.

¿Que el president Montilla lo estaba haciendo muy bien en Cataluña? Por eso mismo siempre ganó las elecciones autonómicas y ha sido reelegido por aclamación. Eppur si mouve.

¿Que es lógico para el funcionamiento del partido socialista que Rodríguez Zapatero deshoje su margarita de posible candidato ante su esposa y un "amigo"? Eppur si muove.

¿Que los documentos de la embajada estadounidense mienten en sus referencias al gobierno español? Eppur si muove.

¿Que se acabó la Cuatro y ahora le toca el turno a la CNN? Eppur si muove.

¿Que la crisis ya está solucionada desde que se vislumbraron los primeros "brotes verdes"? Eppur si muove.

¿Que Zapatero es el mejor candidato del PSOE según afirman sus paladines Rubalcaba y don José (Pepiño) Blanco? Eppure si muove.

¿Que es bueno que no se convoquen elecciones adelantadas? Eppur si muove.

¿Que vivimos un acontecimiento planetario en la primera mitad del año 2010 gracias a la doble conjunción presidencial de Obama y Zapatero (Pajín dixit)? Eppur si muove.

¿Que la crisis española es sólo económica y no de confianza? Eppur si muove.

¿Que la militarización es la solución adecuada para un conflicto laboral? Eppur si muove.

¿Que el estado de alarma es tan saludable como prorrogable? Eppur si muove.

¿Que cualquier alternativa a lo malo resulta peor? Pues nada, a votar en sentido único al único partido que, por definición, debería ser el único. Eppur si muove.

¿Que son legítimos, preventivos y necesarios los "cinturones sanitarios"? Eppur si muove.

¿Que el año 2011 será el de la definitiva salida del marasmo actual? Feliz Año, felices. Transitáis por buen camino de la fina intuición.

Lo que vosotros digáis. Total.

Pero, sin embargo, se mueve.

6.12.10

ESTADO DE ALARMA

En 1981 apareció una Ley Orgánica que regulaba la declaración de los estados de alarma, excepción y sitio (Ley Orgánica 4/1981, de 1 de junio). Durante años no hizo falta, por fortuna, la declaración de ninguno de los aludidos estados. Tal vez, la única ocasión en que sí pudo haberse declarado el estado de alarma fue con ocasión del golpe terrorista más duro que recibió España desde que se convirtió en un estado democrático. Nada se hizo entonces. Sin embargo, el pasado 3 de diciembre los controladores aéreos dieron un plante y cerraron el espacio aéreo. El gobierno reaccionó con un decreto mediante el cual declaró el estado de alarma, por primera vez en la historia de nuestra democracia (BOE, nº 295, 4 de diciembre de 2010, extraordinario).
Por lo visto, lo ocurrido el 3 de diciembre de 2010 ha resultado ser más grave que la tragedia del 11 de marzo de 2004, a la vista de la severidad de las medidas adoptadas.
Cabe la reflexión y, sobre todo, la inquietud. El gobierno no sólo va a mantener el estado de alarma sino que, al parecer, lo va a prorrogar. Puestos a franquear fronteras, alguno se preguntará: ¿estará dispuesto el gobierno a declarar el estado de excepción o el de sitio llegado el caso y la defensa de su interés? Cierto es que tanto la prórroga del estado de alarma como la declaración de los estados de excepción y de sitio requieren la aprobación del Congreso. Pero también es cierto que lo que no se atrevieron hacer gobiernos en el pasado con mayoría absoluta, parece estar dispuesto a hacerlo el actual por muy relativa que sea su mayoría.
Por otro lado, ¿cuántas huelgas de controladores aéreos han jalonado la historia de nuestra democracia? Bastantes; más que dedos en una mano. Nunca, que yo sepa, se declaró el estado de alarma. ¿Por qué ahora sí?
Un plante de controladores en plena transición o un plante de trabajadores manuales en el tardofranquismo no provocaba la declaración del estado de alarma. Ahora parece que los derechos de huelga, protesta y cabreo antigubernamental pueden restringirse a golpe de autoridad militar. Mueve a la reflexión. Lo decimos con toda timidez y prudencia. No vaya a ser que en el futuro nos tengamos que enfrentar a un estado de excepción o de sitio que vaya dirigido, justamente, contra los que no están de acuerdo. El "cinturón sanitario" tendría entonces perfecta justificación legal.