13.7.08

NO FUMAR. NO LEER

Han pasado ya algunos años desde la aparición de la denominada "ley del tabaco". Prometió ser aquella norma el giro copernicano de nuestra salud. Algo así como la Alianza de Civilizaciones para nuestros... pulmones o la nueva gran cruzada contra la pobreza del mundo que va a encabezar el gobierno de Rodríguez Zapatero. Si a Aznar se le criticó por querer poner a España entre las grandes potencias, comprenderán que éste no se queda tampoco atrás en tendencia megalómana, si bien cargado de un grado de quijotismo inadmisible en cualquier otro país que no fuese esta querida piel de toro citada el próximo 25 de octubre.
Aunque siempre escuché que cabe desconfiar de aquella persona que afirme grandilocuentemente que "no bebe, ni fuma, ni nada de nada", no pensé que pudieran existir especímenes así. Pero la verdad es que sí los hay: suelen ser una suerte de talibanes de lo establecido, sumisos de ayer y de hoy, incapaces de pensar con flexibilidad, tan silenciosos como rencorosos, expertos en la conversión, con un punto de mala leche y un índice de frustración que se suele desarrollar en términos de envidia. En resumen: unos cabritos (y cabritas). Existen.
Pensaba entonces que el número de ejemplares de esta fauna singular se multiplicaría a causa de tan saludables medidas gubernamentales, pero afortunadamente la cosa no ha sido así. Y leyendo, leyendo... acabé descubriendo la causa de semejante templanza en la aplicación de la medida. Leo en la revista Tiempo de 25 de abril de 2008, páginas 19 y 20 un párrafo que condensa todo un secreto. Refiere el pasaje del ofrecimiento de una cartera ministerial a nuestra querida Bibiana Aído:
"Así que esta joven promesa del socialismo gaditano se fue a Madrid. En Moncloa, ella y Zapatero hablaron de lo divino y de lo humano durante tres horas. La mayor parte del tiempo, de lo que pensaba esta mujer de 31 años de las políticas de igualdad, y dejó colgado, esta vez en otro sentido, al presidente. Aído, que fumaba como un carretero pero que lo había dejado hace tiempo, aceptó el pitillo que le ofreció el presidente. Al final de la conversación, Zapatero le espetó: ´Te quiero como ministra´".
Negro sobre blanco. Varias conclusiones provisionales:
1º) El presidente fuma.
2º) El presidente invitó a la reincidencia "tabaquíl" a una mujer que había salido ya del "abismo" de la nicotina.
3º) Ella aceptó el ministerio y el cigarrillo.
Quedan por dilucidar otros extremos. ¿Se lo ofreció en pleno despacho o por el contrario se salieron a los jardines o hasta la propia rotonda de entrada al complejo para echarse en cigarrito al aire libre en estricto cumplimiento de la ley? ¿Cuántos cigarrillos se fuma el presidente al día? ¿Dónde se los mete a pecho? ¿Ha seguido Bibiana Aído fumando?
En fin, se queda uno un poco pensativo al contemplar a todo el mundo buscarse la vida para fumar y, sin embargo, el presidente le ofrece un cigarrillo a su entonces futura ministra de la Igualdad como si tal cosa. Si todos somos iguales, ¿podemos fumar todos en paz como hace el presidente o tenemos que aguantar los comentarios de los talibanes que, para colmo de la marrana, encima votan "al Zapatero" (como ellos dicen)? A ver: ¿somos iguales o no?
Me rondan más preguntas: ¿es aceptable que un hombre sea asesinado por su mujer tras quedarse el primero con la custodia de su descendencia? ¿es razonable que esta señora -presunta asesina- sea amiga de una presidenta de un alto tribunal y ésta le diga que le avise cuando llegue su caso por esas alturas? ¿es admisible que se repartan los dineros del 0,7 en actividades que no son precisamente el suministro de ayuda a los países necesitados? ¿hasta qué mes de gestación vamos a llevar el aborto? ¿podemos llevarlo hasta el noveno mes? ¿y hasta el sexto? ¿y hasta el séptimo?
Son sólo preguntas. En el régimen que estamos, prometemos ser felices a golpe de ley y no atrevernos a decir nada inconveniente más allá de estas humildes preguntas. Tendremos que aceptar "fistro" como anglicismo (lo cual tiene miga) y "miembra" como inseparable compañera de nuestra vida (lo cual es más natural como todo el mundo sabe y todo varón -hetero u homo- reconoce).
Tan sólo me quedan otras dos cuestiones: ¿podemos seguir leyendo? ¿podemos fumar? Si a Vuecencia Excelentísima no le molesta, con su permiso...

4 comments:

Anonymous said...

Por fumar que no quede, eh?. Destilas tabaquismo y mala leche por los cuatro costados, además d un "tufillo" totalitario. Tuyo o aprendido de otros?

Noslopensamos said...

En su nombre, le pido perdón perdón por el tabaquismo del sr.presidente. Somos puro talante y, por consiguiente, carecemos de mala leche. ¿Totalitario? Sobran los comentarios

Anonymous said...

Chicos, no se, a mi me huele a tetosterona, pero pueden ser alucinaciones mias por moverme con estos calores en bus.No se si sabeis que a los taxistas de Sevilla les ha dado por no ponerte el aire acondicionado para ahorrar combustible y a las 3 de la tarde no hay humano que huela a rosas...
Centremonos.En la mayoria de los casos se nos distrae de lo importante con demasiada facilidad. Y resulta frustante esta perdida de tiempo cuando se podria hacer algo más que enfrentar palabras.
Y os dejo que estoy viendo en la 2 un documental sobre el telon de acero...Por distraerme que no quede.

Paz!

Anonymous said...

Amén

testosterona, orgullo herido o como quiera que se llame, no es admisible tachar a todo aquel que no fuma de envidioso, o de inculto a aquel que no "conmulga" con el pensamiento "antitalante" "antiZP",ni lo uno , ni lo otro, aún esperamos a aquel/aquella que arroje algo de luz a este mundo propagandista de fería y neones.